Aparecida en los años de la conquista aragonesa por parte del rey Alfonso III “El liberal”, la Virgen del Toro se ha convertido en uno de los símbolos cristianos por excelencia de Menorca, hasta el punto de considerarse la patrona de la isla con su festividad en el día 8 de mayo.
En el mito de la Virgen del Toro se dice que una noche uno de los padres de la Orden de Santa María de la Merced atisbó en la cima de la montaña más alta de la isla (Monte Toro) una gran columna de luz, algo que se repitió durante varias noches seguidas. Ante esto, este se lo contó al prior y los monjes decidieron iniciar una peregrinación hasta la cima de esa montaña donde se dice que estaba su convento.
De repente, un toro salió de entre la maleza frente a los monjes, pero al ver las cruces que portaban se amansó repentinamente y les guió hasta el final del camino, trayecto en el que incluso llegó a romper grandes rocas que obstaculizaban el paso con sus envestidas.
Finalmente encontraron la imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos (llamada posteriormente Virgen del Toro por el lugar donde fue encontrada, así como el animal que ayudo a los monjes) en una cueva de la cima, ante cuya entrada el toro se postró. Estos la trasladaron al convento, pero al día siguiente la imagen había desparecido del lugar para volver a donde fue encontrada, por lo que se decidió construirle una capilla y, más tarde, un convento donde esta orden se trasladaría.
Este santuario de la Virgen del Toro se convirtió en lugar de peregrinación y de alojamiento para los peregrinos y su administración corría a cargo de los representantes de toda la isla, ya que ahí estaba su señora. Sin embargo, en 1595 los frailes agustinos ocuparon dicho lugar, y dado que este lugar se consideraba un buen lugar para trazar estrategias militares se construyo, por orden del gobernador, una torre de planta cuadrada que hoy en día se puede ver.
Las obras de ampliación del Santuario de la Virgen del Toro llevadas a cabo en el lugar se prolongaron hasta el siglo XVII. Actualmente está dirigido por la Orden franciscana de la Misericordia.
Dentro de la iglesia hay tres capillas a cada lado y en una de ellas se puede ver la cueva donde se encontraba la imagen cuando se encontró y el ánfora donde se ocultó bajo tierra a la Virgen del Toro durante la Guerra Civil Española a raíz de los saqueos a lugares religiosos.
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